15.8.07

El ensayo de hoy

Hoy, miércoles: las cosas van tomando alguna forma: nada definitivo: sólo aproximaciones a ciertos sabores: un espacio para poder ir probando esos mundos que ya no son sólo personales. Primero Pablo y Diego visitaron otra vez ese dúo de la mano de Nelson Ned. La voz de Nelson escandía estos versos:

Yo no sé lo que pasa conmigo cada vez que te veo.
es que siento un calor por adentro y empiezo a sudar.
Por el hecho de que somos amigos, no me atreví a decirte
mas ahora, ya no puedo más y te voy a confesar...

Por favor, no me tomes a mal por este sentimiento,
y por más que te parezca raro, es amor de verdad.
Aunque sea pecado y prohibido por las leyes del mundo,
dentro de mi manera de ser, es la realidad.

Yo estoy loco por tener algo contigo
algo más que un amigo.
Y yo quisiera darte un beso en esa boca
y besar tu piel.
Y estoy seguro de que cuando tú conozcas
mi manera de amar
un gran amigo vas a perder
y un gran amor vas a ganar.

Yo no sé lo que pasa conmigo cada vez que te veo.
es que siento un calor por adentro y empiezo a sudar.
Por el hecho de que somos amigos, no me atreví a decirte
mas ahora, ya no puedo más y en esta canción
todo lo que siento, te lo voy a confesar...

Los cuerpos de Diego y Pablo mostraban este amor inconfesable. Después Gaby y Lorenzo ensayaron la improbable última cita de una celosa compulsiva entre disparos, sangre, boleros y vinos. Lila Downs cantaba Bésame mucho y Traigo penas en el alma. El dolor era imparable y el fondo blanco de Gaby sorprendió a las 4 de la tarde. Tanto dolor pareció encontrar su cima en la improvisación que Analía, Pablo y Ciro presentaron: la madre tiránica, postrada y llorosa; el niño pianista que supo heredar las piernas inútiles de la madre y un médico que no oculta su pasión por la tullida ni su hartazgo ante el niño prodigio. Todo termina en suicidio y el niño no puede hacer nada por salvar a su madre. El médico busca nuevo horizontes. El ensayo se cierra con una exaltación del nonsense a cargo de Lorenzo y Mirta: el regreso de Los Contemplativos esta vez con artillería pesada, reflexiones sobre el paso del tiempo (el ángel de la historia de Benjamin, un poroto) y una clase de Tai-Chi a cargo de Couceyro que termina en asesinato: las citas se siguen acumulando en estos dos que (podemos decirlo) ya son los teloneros de esta Revista (Revue) que viene asomando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ver: http://www.youtube.com/watch?v=FU86v4hL5nM

"Un melodrama de los nuestros".

Alejandro Tantanian dijo...

si: unico: realmente -- ya lo publiqué, sí.