10.8.08

Ruleta china dice esto:

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Nahuel se va

Despedida de Nahuel en la casa de Nahuel.
De izquierda a derecha: Eliseo Barrionuevo, Luciano Suardi, Pablo Rotemberg, Mirta Bogdasarian, Alejandro Tantanian, Gaby Ferrero, Mariano Stolkiner, Javier Lorenzo y Ciro Zorzoli.
Delante de AT: Nahuel (Pérez Biscayart) y Diego Velázquez.
No mucho por decir: sí mucho por "biendesear".

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8.8.08

Hoy en Ámbito Financiero

Los sensuales: rareza del off

«Los sensuales»
. Texto y dirección: A. Tantanian. Int.: C. Zorzoli, M. Bogdasarian, L. Suardi, J. Lorenzo y otros. Esc. y Vest.: O. Puppo. Luces: J. Pastorino. Coreog.: P. Rotemberg. Mús.: D. Penelas. Letras: A. Tantanian y M. Tufró. (El Camarín de las Musas.)


Lo mejor de la nueva obra de Alejandro Tantanian es el cruce de géneros, desde la tragedia al teleteatro, que obliga a prestigiosos directores y actores del circuito off incluso a cantar, aunque muchos de ellos desafinen.

Esta es una de esas rarezas que de tanto en tanto aparecen en el circuito off agotando localidades en todas las funciones (en un horario tan poco atractivo como el de las 23.30) y sin que a nadie le preocupe comprender a fondo el alcance último de sus peripecias. Lo que más se disfruta es el desprejuiciado cruce de géneros (desde la tragedia a la telenovela) y las emociones extremas que viven sus protagonistas entre canciones y coreografías cargadas de sensualidad.

Tras el feroz asesinato de Teodoro Tigrov, su viuda se dispone a buscar al culpable entre los numerosos hijos que engendró su esposo con otras dos mujeres. A partir de allí perseguidores y sospechosos van quedando atrapados en una espiral de pasiones no correspondidas que van desplazando a un segundo plano el tema del parricidio (como instaurador del caos y la destrucción) para centrarse casi exclusivamente en las veleidades del amor, vivido éste como condena, enfermedad o alucinación.

Entre los protagonistas hay varias parejas de gemelos, hermanos que transgreden el tabú del incesto y algunos vínculos de carácter homosexual. Pero aunque todo esto parece aludir a la mítica figura del doble no se proyecta en la obra ninguna sombra siniestra, al contrario, por momentos prevalece un engañoso aire de liviandad. Uno de los principales atractivos de este melodrama musical con notas de tragedia, crímenes a lo Dostoievski y pasiones color Almodóvar es la presencia de una inusual selección de actores y directores: Ciro Zorzoli, Luciano Suardi, Mirta Bogdasarian, Javier Lorenzo, Stella Galazzi, Diego Velázquez, Gaby Ferrero, el bailarín y coreógrafo Pablo Rotemberg y Nahuel Pérez Biscayart (ahora reemplazado por Eliseo Barrionuevo). Todos ellos gozan de gran prestigio dentro del circuito independiente y aquí vuelven a dar muestra de un amplio registro interpretativo. Sus personajes pasan del desgarro a la melancolía, sucumben ante sus propias trampas de seducción y cantan a viva voz sus infortunios.

El único problema es que algunos de estos intérpretes desafinan a más no poder. El público, sin embargo, no lo considera un traspié sino una curiosidad más y hasta lo justifica como un saludable gesto de ruptura (entendiendo el canto como una explosión de sentimientos fuera de control) que no afecta en absoluto la intensidad de este melodrama.

El director Alejandro Tantanian logró salir airoso de esta apuesta a la desmesura y a la degeneración de las formas cultas ofreciendo un espectáculo muy vital que incluso da lugar a que se escuchen risas en los momentos más dramáticos. A nadie debe sorprender que siendo Tantanian un exquisito cantante haya obligado a sus actores a cantar temas para los que no están preparados. Woody Allen hizo algo parecido en «Todos dicen te quiero» (con una Julia Roberts terriblemente desafinada) y le fue bastante bien.

Patricia Espinosa