El comienzo del gran melodrama. Odette Malheur dice:
"Lo vi.
Yo lo vi.
Yo tuve que ver.
Sangre: de su cabeza.
Golpes, en su cabeza.
Su cabeza que descansaba en mi regazo.
Sus cabellos que yo sabía enredar entre mis manos.
Sabía hundir estos, mis dedos, en la espesura marina de sus cabellos.
Tantos años ocultando al mundo, éste, nuestro amor.
Replegados sobre el hueco del silencio.
¿De qué sirvió, Teodoro, todo esto?
¿De qué sirvió?
(Grito de dolor. Se quiebra en pedazos.)
Mi hombre asesinado a golpes de martillo en la cabeza.
Y aunque la noche se empeñe en disfrazar al asesino: yo lo supe ver.
Y en vengarte, amor mío, se irá mi vida.
Demasiado silencio.
Ya no más.
En el peligro está la salvación.
A trabajar.
Estrellas, ustedes, son mis testigos.
Por ustedes juro, frente a ustedes juro."
Todas las fotos © Ernesto Donegana
"Lo vi.Yo lo vi.
Yo tuve que ver.
Sangre: de su cabeza.
Golpes, en su cabeza.
Su cabeza que descansaba en mi regazo.Sus cabellos que yo sabía enredar entre mis manos.
Sabía hundir estos, mis dedos, en la espesura marina de sus cabellos.
Tantos años ocultando al mundo, éste, nuestro amor.
Replegados sobre el hueco del silencio.
¿De qué sirvió, Teodoro, todo esto?¿De qué sirvió?
(Grito de dolor. Se quiebra en pedazos.)
Mi hombre asesinado a golpes de martillo en la cabeza.Y aunque la noche se empeñe en disfrazar al asesino: yo lo supe ver.
Y en vengarte, amor mío, se irá mi vida.
Demasiado silencio.Ya no más.
En el peligro está la salvación.
A trabajar.
Estrellas, ustedes, son mis testigos.Por ustedes juro, frente a ustedes juro."
Todas las fotos © Ernesto Donegana
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