14.5.08
Otros tiempos
En épocas prehistóricas, el hombre primitivo había vivido en pequeñas hordas –el último colectivo natural- dominadas por un macho poderoso, amo y padre de la horda entera, con un poder ilimitado que ejercía brutalmente y a quien todas las hembras pertenecían. El destino de los hijos varones era muy duro si despertaban los celos del padre: muerte, proscripción o castración. El siguiente paso decisivo hacia la modificación de esta primera forma de organización habría consistido en que los hermanos se concertaron para dominar y dar muerte al padre en un acto de canibalismo, luego rememorado en el banquete totémico.
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