"Todos nosotros somos así, también en tí que eres un ángel vive este gusano, y desencadena en tu sangre los huracanes. Sí, porque la sensualidad es un huracán, ¡es peor que un huracán!"
"Vemos una hormiga en el prado, escalando una hoja de pasto, más y más alto, hasta que cae. Luego escala otra vez y otra vez y otra vez, siempre intentando alcanzar la cima. ¿Por qué la hormiga hace eso? (...) La hormiga no está buscando alimento, ni está intentando exhibirse frente a una posible pareja. No. Su cerebro ha sido confiscado por un parásito, que necesita llegar al estómago de una oveja o de una vaca con el fin de cumplir su ciclo reproductivo. Este pequeño gusano del cerebro conduce a la hormiga a determinada posición para beneficio de su progenie, no de la progenie de la hormiga. (...) A nosotros, los seres humanos, nos pasa lo mismo. Hay hombres que dejan de lado todo y dedican sus vidas a fomentar los intereses de una idea que se alojó en sus cerebros. Hay muchas ideas por las que vale la pena morir. Pero a diferencia de los gusanos, las ideas no están vivas y no invaden cerebros: son creadas por mentes. Eso. Alguien, alguna vez creó la idea del amor. Y aquí estamos, creyendo que somos libres."
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